¡Una alimentación sana en la infancia se queda contigo para toda la vida! Por eso es importante resaltar todos los beneficios de consumir lácteos a temprana edad.
Durante la niñez, el consumo de lácteos debe ser adecuado para un sano crecimiento óseo y desarrollo muscular.
El calcio contribuye al mantenimiento de huesos y dientes en la infancia y adolescencia.
Tres raciones de lácteos al día ayudan a cubrir la necesidad diaria de calcio. Además, es aconsejable diversificar el consumo de lácteos y no centrarse únicamente en la leche. Los productos fermentados, como los yoghurts y el queso, son más fáciles de digerir y hacer de cualquier dieta algo delicioso.
Consumir lácteos de forma adecuada en la niñez, ayuda a enlentecer la pérdida de calcio en el envejecimiento.