·Se controla en todo momento la llama. De esta manera, puedes cambiar cocción de lenta a rápida, según cada preparación.
·Logran que la variación de temperatura de cocción sea mínima. Ello hace que los platos de cocción prolongada dejen de ser un problema.
·Las frituras ganan sabor y son más crujientes con las cocinas a gas natural puesto que logran que el aceite se caliente rápido, manteniendo la temperatura correcta.
·Tus alimentos no se resecarán en una cocina de gas natural. Su combustión logra que se desprenda un vapor agua que aporta humedad en el interior del horno.
·Las cocinas a gas natural son más seguras de utilizar, debido a que tienen válvulas de corte de gas, ello proporciona fiabilidad a este tipo de gasodomésticos.
·No se producen alteraciones en la cocción al abrir la puerta del horno porque estos gasodomésticos permiten reducir el tiempo de precalentamiento, recuperando la temperatura interior.